viernes, 21 de mayo de 2010

Ensayo final

El concepto de participación comunitaria de las Juntas de Acciones Comunales hace referencia a la gestión de proyectos de interés comunitario, en otras palabras, a la participación de las comunidades organizadas en el proceso integral de identificar los problemas fundamentales de cada comunidad, hacer la planeación de las soluciones, ejecutarlas y evaluarlas. Por lo tanto, la participación comunitaria es un instrumento de gestión pública en la medida en que las comunidades organizadas ejecutan proyectos sociales para su beneficio. La participación es, entonces, un recurso valioso en el objetivo de lograr el desarrollo y el bienestar de las comunidades locales.
Ahora bien, el presente ensayo trata de demostrar como existen dos modelos de participación comunitaria el pasivo que es paternalista y espera la protección del estado central que es el que adopta el objeto-sujeto en mención (Comuna 19), y el modelo de participación activa que sin duda alguna es un modelo que tiene enormes beneficios para el país desde el punto de vista social, ya que permite lograr una mayor cohesión entre los diferentes miembros de la comunidad y, por lo tanto, fomenta lo que se podría denominar la solidaridad social, o sea, la unión de esfuerzos de individuos agrupados en una organización para resolver sus propios problemas.
El ensayo es una reflexión atrevida sobre una realidad espacial y social que es la comuna 19 y su modelo de participación pasiva en un tipo de estudio comparativo frente al modelo de participación activa que ejercen muchas comunas de la ciudad y que han traído muchos beneficios sociales.
El ensayo comprende una introducción, una tesis central: ¿Por que la JAC de la comuna 19 de la ciudad de CALI carece de identificación y solución a sus problemas sociales?, tres argumentos y finalmente una conclusión.


La ausencia de cultura ciudadana, los intereses particulares de miembros de la comunidad, la presión de los grupos políticos por conseguir protagonismo e intereses partidistas, la corrupción de directivos concejales, impide la ejecución de otros tipos de modelos de participación social. Acción. El proceso de participación de la JAC de la comuna 19, se ha visto afectado fundamentalmente por: Ausencia de cultura ciudadana, Intereses particulares de algunos miembros, Corrupción de directivos concejales; a pesar de que la participación ha sido siempre un elemento básico para el normal funcionamiento de las sociedades democráticas. Un ingrediente fundamental para la gestión pública exitosa es la participación de los ciudadanos y de las comunidades en el proceso de toma de decisiones y en la ejecución de proyectos de interés público.
Aunque en Colombia se han hecho en el pasado para promover la Participación Ciudadana, particularmente se debe recordar el esfuerzo hecho por la administración del Dr. Carlos Lleras para consolidar el esquema de juntas de acción comunal en el país, no es menos cierto que el alto grado de centralización en la administración pública y la lejanía del estado central hizo que estos entes, creados con el propósito de fomentar la autogestión comunitaria, se fueran convirtiendo poco a poco en meros intermediarios, en solicitadores de la acción del gobierno nacional, utilizados por los políticos clientelistas para el logro de sus objetivos electorales, sin que realmente se desarrollara en ellos una capacidad para hacer desarrollo social y gerencia sus propios proyectos. De igual forma existe al interior de la comuna 19 unos intereses muy marcados en directivos de la junta de acción comunal y del Cali manifestado en sacar adelante una serie de proyectos que no representan la necesidad sentida de la comunidad, se suma a lo anterior el clientelismo de los grupos políticos.


ARG.2. hay un alto grado de centralización en la administración pública que no permite la intervención de la JAC. Sin embargo la Participación de la JAC se refuerza con el proceso de descentralización, ya que éste permite acercar mucho más la administración pública a los ciudadanos, en la medida en que los municipios tengas la capacidad para dar respuesta a los problemas de interés común. Un modelo descentralizado de gestión desde el punto de vista administrativo y económico tiene la ventaja de mejorar los niveles de eficiencia en la asignación de los recursos y la eficacia de acción estatal en las comunidades. Este es el Argumento que tradicionalmente se ha esgrimido cuando se trata de defender las bondades del modelo descentralizado de gestión pública. Sin embargo, hay razones adicionales que justifican la adopción de este modelo descentralizado: en primer lugar, permite la conciliación de la unidad nacional con la diversidad regional y cultural del país. Colombia es un país de regiones geográficamente bien diferenciada, además de que tiene diversidad cultural muy grande y al definir un conjunto de territorios o regiones autónomas para hacer la gestión de lo regional y de lo local, permite que las comunidades se desarrollen teniendo en cuenta sus propios patrones culturales y las condiciones del entorno, en el contexto de un Plan Nacional de Desarrollo, el cual garantiza que no se destruye la unidad nacional con la diversidad regional y local. Parece entonces importante que el país tenga en cuenta este elemento cuando se trata de adoptar o impulsar modelos de gestión pública en el futuro. El segundo elemento importante es que un modelo descentralizado permite resolver de una manera más directa las problemáticas locales que han sido permanentemente factores de conflicto, ya que cuando estos problemas se tratan en el contexto nacional generalmente el Estado se ve muy distante de las soluciones esperadas y deseadas por las comunidades. Un modelo descentralizado de gestión permite conciliar en cada una de las comunidades y de las localidades. El modelo facilita a las mismas comunidades, la intervención en el proceso, no solamente de identificación de sus problemas si no de las solución a los mismos a través de un amplio proceso de Participación Ciudadana en la vida política y administrativa del país. (Forero y otros, 1997). Por lo tanto, además de los argumentos convencionales, que tienen que ver con el mejoramiento de la eficiencia y de la eficacia de la gestión pública existen otros adicionales muy importantes que justifiquen plenamente la adopción de un modelo descentralizado de gestión pública en el caso colombiano.


La JAC Aunque la comuna 19 ha adoptado un modelo de participación pasiva, lisonjera, paternalista en la cual sus necesidades y la solución a las mismas son definidas por el Estado, institución que carece de elementos de organización y autogestión comunitaria. Tradicionalmente, la participación comunitaria en Colombia se ha dado básicamente en el proceso de identificación de problemas, o sea, en la identificación de necesidades comunitarias. Sin embargo, la verdadera participación se da cuando las comunidades logran organizarse para asumir directamente la responsabilidad de la gestión de los proyectos de su interés. Este paso se ha dado en Colombia de manera generalizada y sólo hay ejemplos puntales de la aplicación de este modelo, a pesar de que su adopción traería grandes beneficios para el país, en la medida en que el Estado deja de asumir una posición paternalista frente a las comunidades y adopte una de apoyo a las mismas, entendiendo que el desarrollo lo hacen en últimas las propias comunidades. Se trata, entonces, de hacer la transición de un modelo pasivo de participación, en el cual las comunidades se limitan a exponer sus problemas y a implorar del gobierno municipal, departamental o nacional soluciones a los mismos, para adoptar un modelo de participación activa en el cual, además de la identificación de los problemas, las comunidades participen en la definición de las soluciones, en la formulación de los proyectos, en la consecución de recursos para su financiación, en la ejecución de los mismos y en la evaluación de los resultados. Se concibe así la organización comunitaria como un tejido social dinámico a través del cual se hace una eficiente gestión local; este modelo presupone capacidad de las organizaciones para hacer gestión de proyectos. Por lo tanto, implica una forma total de las actuales juntas de acción comunal para transformarlas en empresas comunitarias a través de un programa de carácter nacional orientado a cambiar la misión y los objetivos de las mismas con el propósito de transformarlas y pasar del actual esquema, fundamentalmente orientado a pedir favores en la posibilidad de planear sus propios proyectos, ejecutarlos y evaluarlos, o sea, hacer gerencia integral de los mismos, de tal forma que en el futuro sean verdaderas empresas comunitarias, responsables directas de la ejecución de los proyectos que atañen a comunidades específicas tanto en las áreas urbanas como en las rurales del país.

Los proyectos sociales son diseñados e implementados por los directivos del C.A.L.I. y la Comunidad, en su conjunto, carece de mecanismos de participación. Sin embargo, un modelo de participación activa es una propuesta orientada a la comunidad como colectividad, esto es, entendiéndolos como actores sociales de su problemática, capaces de identificar sus problemas y generar alternativas de solución.


La JAC tradicionalmente ha ejercido un modelo de participación pasiva, paternalista donde la solución a sus problemas tienen como protagonista fundamental al estado. No existe al interior de ella un proceso autogestionario, dinámico que le de salida a un modelo de participación activa generador de procesos de cambios. Lo anterior no ha permitido que la JAC sea una institución autónoma que, si bien recibe fondos del Estado, también sus procesos de organización, participación, autogestión e intervención le permitan ser protagónica en la búsqueda de alternativas y practicas a la solución de su problemática cotidiana.
BIBLIOGRAFIA

Bibliografía - Perspectivas Teóricas: La Participación Ciudadana en la Gestión Pública El contexto legal.

• Congreso de la República de Colombia. (1993) Ley 134 de 1993, sobre participación Ciudadana.
• Forero, Clemente. Carolina Hidalgo, Guisella Jiménez, Mercedes Ortiz y Sandra Pulido. (1997). Descentralización y Participación Ciudadana. Editado por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional y Tercer Mundo Editores Bogotá. Colombia.
• Sáchica, Luis Carlos. (1995). Constitución Política de la República de Colombia. Editorial Temis. Bogotá Colombia

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